Torre Bellesguard de Gaudí Barcelona

La historia de la Torre Bellesguard de Gaudí está íntimamente ligada a la historia de Cataluña. 

Existen lugares que son como un imán para los hechos históricos. Como un cruce de caminos en el que se dan cita destacados personajes en fechas y circunstancias que perduran en el tiempo. La Torre Bellesguard de Gaudí es uno de esos lugares.

El acierto del monarca Martí I o cuando los reyes eligen su residencia

La principal atracción del lugar fue su enclave. En las faldas de Collserola, en lo alto de la ciudad, un lugar de aire y agua puros elegido en 1408 por el monarca Martí I, último rey del Casal de Barcelona, para instalarse a vivir hasta su muerte en 1410. Un rey con muy buen gusto que además de escoger este lugar para establecerse, también lo hizo para casarse con Margarita de Prades cuya belleza celebraron los poetas de la época.

Esta historia y los restos del castillo, que hoy forman parte de la ornamentación del jardín, fueron la principal inspiración para que entre 1900 y 1909, el genial arquitecto catalán Antonio Gaudí construyera esta preciosa casa que ya siempre estuvo habitada por particulares.

A la Torre Bellesguard de Gaudí se la conoce también como casa Figueras porque, María Sagués, la viuda del comerciante Jaume Figueras fue quien realizó el encargo a Gaudí. Pero el nombre de Bellesguard es el que más justicia le hace y mejor le sienta. La “bella mirada” panorámica sobre la ciudad fue una de sus principales características. Hoy en día, a pesar de que los edificios altos ya colapsan el panorama de Barcelona, su silueta sigue siendo reconocible y admirada.

Inspiración medieval, belleza mediterránea.

La cruz de cuatro brazos que corona la construcción es un elemento muy emblemático ya no solo de la casa sino del modernismo catalán. Es uno de los muchos sellos personales del arquitecto.

En la construcción de la Torre Bellesguard de Gaudí destaca el mosaico de piedra de pizarra de las paredes, los arcos de ladrillo, las bóvedas catalanas, la pirámide truncada de la cubierta, las forjas de hierro, los estrechos ventanales. En este edificio civil, arquitectónicamente a medio camino entre el gótico y el modernismo, encontramos decenas de símbolos cristianos, catalanistas y continuas referencias al pasado.

Un juego de correspondencias en el que Gaudí era un maestro como bien se puede comprobar en la Sagrada Familia, en La Pedrera o el Parque Güell.

Torre Bellesguard de Gaudí
Torre Bellesguard de Gaudí

Pero Gaudí no estuvo sólo en la construcción: contó con la ayuda de colaboradores habituales como Domènec Sugrañes, que hizo los bancos de azulejos de la puerta de entrada, el alicatado de la escalera y la casa del portero o Joan Rubió, que construyó el viaducto que bordea el camino a la finca.

Gaudí y la conservación de su legado arquitectónico

Desde 1944, la familia Guilera, es la propietaria de la Torre Bellesguard de Gaudí,  esta joya que en 1969 fue declarada Bien de Interés Cultural. De forma generosa, la familia abría sus puertas a quienes se interesaban por visitarla.

Pero la ciudad crecía y la antigua localidad de Sant Gervasi de Cassoles a la que pertenecía el terreno fue engullida. Las infraestructuras que conllevan este crecimiento rodearon la casa y estuvieron muy cerca de perjudicar la construcción de manera irreparable.

La familia, consciente de que su legado era un privilegio pero también una responsabilidad, emprendió en 1983 y en 2008 una serie de rehabilitaciones muy costosas y arriesgadas.

En la actualidad, no solo han abierto la Torre Bellesguard de Gaudí al público sino que han creado un equipo de investigadores y cuidadores de la casa para mantenerla en óptimas condiciones y explicarla detalladamente a los visitantes.

Porque cada vez se saben cosas más curiosas de este lugar como por ejemplo que Joan Sala i Ferrer, el popular bandolero más conocido como Joan de Serrallonga, frecuentaba el lugar o que se han hallado restos de cerámica romana del año 50 después de Cristo.

Torre Bellesguard de Gaudí

Veladas artísticas en un lugar único

Al mismo tiempo, la Torre Bellesguard de Gaudí se ha convertido en un espacio polivalente en el que se dan cabida diversas actividades culturales y artísticas como, por ejemplo. La celebración de veladas musicales llamadas Nits Gaudí.

Ahora Bellesguard es un nuevo espacio en Barcelona y para Barcelona, abierto a la ciudad y al mundo, al turismo pero también a los ciudadanos.
Cada vez más visitantes desean incorporar esta visita a su itinerario Gaudí y con razón porque es una experiencia inolvidable. Como siempre, al visitar la Torre Bellesguard de Gaudí con Barcelonina & Co. tus guías privados de confianza, todo serán ventajas… porque conocemos bien la casa y a sus propietarios y podemos ofrecerte un trato personalizado y exclusivo.