Se llamaba el camino de Jesús y unía la ciudad amurallada de Barcelona con el pueblo de Gracia. Pasó el tiempo, las murallas cayeron y el Plan Urbanístico de Ildefonso Cerdá trazo el actual Paseo de Gracia. Primero se pobló de casas con jardín y merendero. Pero la competición por construir edificios señoriales contratando a los mejores arquitectos modernistas de la época (Gaudí, Domenech i Montaner, Puig i Cadafalch y Josep Vilaseca i Casanovas) fue algo que sucedió tras la Exposición Universal de 1888. Poco a poco se fue configurando el Paseo que conocemos hoy, aunque, lo cierto es que, donde antes hubo colmados, farmacias, cines y tiendas locales, proliferan en la actualidad las boutiques internacionales de moda, las joyerías y el mundo del gran lujo con marcas como Loewe o Cartier.

Como muchas de las calles de Barcelona, su historia es la historia de la ciudad y tiene que ver con las transformaciones sociales y económicas. Y, sin lugar a duda, Paseo de Gracia es una vía vinculada a la clase social adinerada, es decir, a la burguesía catalana y a la principal de sus actividades: el comercio.

El modernismo paso a paso

Barcelonina ha diseñado un tour especial para conocer esta calle emblemática del Eixample. Consiste en un agradable recorrido por el Paseo, una visita al Museo Nacional de Arte de Cataluña, MNAC, en cuyas salas podremos estudiar con detalle cómo ha sido la vida cotidiana en el interior de estas bellas casas modernistas. Como cierre al tour: una visita a la Sagrada Familia la obra religiosa cumbre del arquitecto más universal de todos los citados, Antonio Gaudí.

Hoy nos centraremos en explicar la parte de nuestra ruta que discurre entre el glamour, la arquitectura y la historia del Paseo de Gracia y sus edificios, dejando para otra ocasión una descripción más detallada de la ultra famosa casa de La Pedrera.
Empecemos a caminar desde el número 21 donde, con su cúpula rematada por una escultura del Ave Fénix, se alza el imponente edifico de la Unión y el Fénix construido entre 1927 y 1931 por los arquitectos Eusebi Bona Puig y Frederic Marés.
Coronado con una original veleta, le sigue el Palau Malagrida, palacete urbano modernista edificado entre 1905 y 1908 obra del arquitecto Joaquím Codina, para Manuel Malagrida quien emigró a la Argentina y amasó una gran fortuna como tabaquero. El número 27 esconce numerosos simbolismos relacionados con la biografía de su mecenas.

La Manzana de la Discordia

Interior Casa Batlló BarcelonaPasemos ahora a contemplar “la manzana de la discordia” ubicada entre la calle Consell de Cent y la calle Aragón, donde los ilustres apellidos de Gaudí, Puig i Cadafalch y Domenech i Montaner “compiten” en prestigio y originalidad con edificios que representan uno de los conjuntos modernistas más importantes de la ciudad.
Lluis Domènech i Montaner es el artífice de la  Casa Lleó Morera en el número 35 del Paseo. Edificada entre 1902 y 1906, ha sobrevivido a los desperfectos ocasionados por la Guerra Civil y posteriores reformas poco afortunadas. Por suerte, tras su última restauración ha recuperado su esplendor primero.

Declarada Monumento Histórico-Artístico, la Casa Amatller ha protagonizado recientemente otra restauración muy  exitosa y, desde marzo de 2015, es posible visitarla y admirar su doble escalinata o sus muebles originales. Sea por un motivo u otro, en el blog de Barcelonina siempre acabamos hablando del chocolates. Pues bien, fue el chocolatero catalán Antoni Amatller quien encargó la remodelación del edificio al arquitecto Puig i Cadafalch.  Tanto en el exterior, de inspiración flamenca, como en el interior, la ornamentación de la casa es muy notable y rompedora para su época.

En el número 43, se alza la imponente Casa Batlló, obra del arquitecto Antoni Gaudí. Es poco sabido que el arquitecto Emili Sala es el autor de la casa original y que la intervención de Gaudí se limitó fundamentalmente a la fachada, el terrado y el patio de luces. En 2005 la Unescocasabatllo21 le otorgó el distintivo de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En el número 53, antaño abría sus puertas un salón de té de nombre evocador: el Salón Rosa. Mucho más tarde, coincidiendo con el boom de las galerías comerciales los bajos del edificio se convirtieron en el Bulevard Rosa que ofrece gran variedad de comercios en los corredores que conectan el Paseo de Gracia con la Rambla Cataluña. Otro edificio reconvertido en establecimiento comercial es el Hotel Condes de Barcelona firmado por el arquitecto Josep Vilaseca i Casanovas que construyó una fachada muy notable por su acertada combinación de formas y materiales.
Finalmente, cercanos ya a la Avenida Diagonal, nos encontramos con el Palau Robert. Obra del arquitecto francés Henry Grandpierre construido por orden del aristócrata Robert Robert i Suris y sede actual de la Oficina de Información Turística que organiza continuamente exposiciones en sus salas y fiestas en sus bellos jardines abiertos al público.

Arquitectura más allá de los edificios

Passeig_de_Gracia_BarcelonaPere Falqués i Urpí es otro nombre unido para siempre a esta vía por ser el creador de la Casa Bonaventura Ferrer, pero sobre todo por ser el autor de parte del equipamiento urbano del Paseo. Nos referimos a los singulares bancos de trencadís adosados a unas reconocibles estructuras de hierro forjado que sostienen 32 emblemáticas farolas, uno de los símbolos distintivos de esta parte de la ciudad. Imitando estos bancos, en la década de los 70, se construyeron en varias esquinas del Paseo una serie de bancos circulares con jardineras en el centro.
Acabado nuestro recorrido, ya dispuestos a dirigirnos hacia la Sagrada Familia, y distraídos en contemplar el efecto de la recién remodelada Avenida Diagonal, podemos refrescarnos en una preciosa fuente construida en 1912 por Josep Campeny, La font de la granota. Si vuestra visita coincide con el mes de abril, no olvidéis conseguir un bonito sombrero y uniros a la Passejada amb barret que se celebra cada año en esta calle. Feliz Paseo de Gracia.

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